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En este blog, te explicaremos exactamente qué es una casa compartida y cómo asegurarte de que estás protegido por las leyes australianas sobre alquiler.
Una casa compartida, que también se conoce en inglés como “flat share” o “house share”, es cuando dos o más personas alquilan juntas una casa o un apartamento. Por lo general, cada persona tendrá su propio dormitorio privado y compartirá las áreas comunes, como la cocina, la sala de estar y el baño.
La cantidad de personas que comparten una casa dependerá del tamaño de la propiedad y de lo que se haya acordado con el arrendador (el propietario).
Tú y tus compañeros de vivienda (las personas con las que convives) dividirán los costos y las responsabilidades de la casa.
Obtén algunos consejos sobre cómo encontrar una casa compartida aquí.
Hablamos de alquiler compartido cuando tú y dos o más personas firman un contrato de alquiler ya sea directamente con el arrendador o con un agente. Esto significa que tú y tu compañeros de vivienda comparten la responsabilidad del alquiler.
Asegúrate de conocer tus derechos antes de firmar cualquier contrato de alquiler.
Cuando te unes a una casa compartida ya existente, uno de los inquilinos existentes puede encargarse de esto. Se denomina “subalquiler”. Es legal en Australia, pero solo si el arrendador ha dado su permiso. Sin ese permiso, el subalquiler no es válido y no tendrás la protección de las leyes de alquiler.
Cosas que debes tener en cuenta:
Si el arrendador autoriza el subalquiler y el inquilino principal recibe tu depósito en garantía, es responsabilidad del inquilino principal presentarlo ante el organismo pertinente del estado y entregarte un recibo. Sin embargo, en la mayoría de los casos puedes encargarte tú de depositarlo en línea.
Asegúrate de que no sea el mismo inquilino principal quien retenga tu dinero. No tendrás protección legal cuando abandones la casa si se niega a reembolsártelo.
Estos son algunos aspectos que debes tener en cuenta al buscar una casa compartida:
Lee detenidamente el contrato de alquiler y asegúrate de que incluya todos los detalles necesarios, como:
Obtén más información sobre tus derechos como inquilino.
Mantén un registro de todas las comunicaciones relacionadas con la vivienda, incluido lo siguiente:
Estos registros pueden ser muy útiles si más adelante hay desacuerdos. También te conviene tomar fotografías cuando te mudes para tener pruebas en caso de desacuerdos sobre el depósito de garantía.
El contrato de alquiler no finaliza hasta que todos los inquilinos abandonan la propiedad y devuelven las llaves. Si te marchas de una casa compartida antes de que finalice el contrato, comprueba con cuánta anticipación tienes que avisar y si tienes que buscar un nuevo inquilino.
Si el inquilino principal desea que abandones la casa, entonces también debe notificártelo con la anticipación que se estipula en el contrato.
Asegúrate de quitar tu nombre del contrato para que ya no seas responsable de la vivienda. Los procedimientos para marcharse de una casa compartida difieren ligeramente según el estado o territorio en el que te encuentres. Pero lo más probable es que debas completar un formulario que podrás descargar del organismo de defensa de los derechos de alquiler de tu estado o territorio (que se indica a continuación).
Si te encuentras en una situación en la que se están vulnerando tus derechos como inquilino, no dudes en pedir ayuda. Comunícate con el organismo de defensa de los derechos de alquiler de tu estado o territorio: